La Cultura del Pensamiento está presente en todas nuestras experiencias de aprendizaje. Esta cultura hace visible los procesos de pensamiento, permitiendo que los alumnos se adueñen de su aprendizaje y se les abran ventanas hacia la cognición y la identidad personal.

El Modelo Senda, al considerar al alumno como el protagonista del aprendizaje, desarrolla en ellos el deseo de aprender y cultivar el amor por el conocimiento. Valoramos cada experiencia como un escenario de aprendizaje para que nuestros alumnos se sientan competentes y disfruten del proceso de aprender.

Nuestros alumnos reciben atención personalizada de los maestros, quienes establecen objetivos individuales basados en el programa del grado escolar, adaptados a su ritmo de aprendizaje y etapa de desarrollo. Comprendemos que existen diferentes inteligencias y ritmos de aprendizaje, por lo que monitoreamos los procesos cognitivos y evaluamos continuamente con diversas estrategias: “Si el alumno no aprende como le enseño, le enseño como él aprende”.

Nuestros alumnos aprenden mucho más que contenidos: más allá de la memorización, la comprensión es un objetivo fundamental en nuestras prácticas educativas. Fomentamos la capacidad de analizar y utilizar información, solucionar problemas y trabajar en modelos y patrones mentales que favorecen los aprendizajes significativos. También desarrollamos habilidades y competencias que les ayudan a tener éxito académico. Todas las materias del currículo están diseñadas para incrementar y potenciar el pensamiento de nuestros alumnos.